lunes, 28 de abril de 2014

Dark Souls 2


Con el exitazo para consolas aún caliente, nuestros amados ordenadores reciben uno de los juegos de rol más aclamados de los últimos tiempos. Aunque algún detractor que otro le achaque que es un juego chungo, no, lo siguiente, no deja indiferente a nadie.

Tal y como relataba nuestro compañero Borja Abadie en su descriptivo y genial analisis de Dark Souls 2, la dificultad de este juego está por encima de guiños a la jugabilidad del aficionado común y mortal de videojuegos. Va camino de convertirse en uno de los juegos más chungos que existen.

Al igual que los amantes de los coches clásicos prefieren la carburación a la inyección electrónica, la manivela al elevalunas eléctrico, y unos parcos asientos de rígidas esponjas en lugar de otros con unas preciosas pieles de Alcántara, los seguidores de la saga de From Software son también unos puristas de esto del vicio rolero.


Al experimentado 

Sin duda este juego no es para jugarlo a la ligera, pensando que con unos cuantos combos a lo Dynasty Warriors vamos a acabar con todo lo que se mueva en nuestra pantalla. Craso error, porque Dark Souls II es uno de los máximos exponentes de juego hardcore para el jugador medio, incluso de rol.
Partiendo de la base de que el protagonista y personaje al que controlamos es de los más vulnerables que hemos podido jugar, el comportamiento suicida y kamikaze de nuestros enemigos viene a cerrar el círculo de una dificultad que a más de uno le tentará dejar de jugarlo.
Este juego tiene  algo especial que nos invita a superarnos y descubrir nuevas estancias y lugares misteriosos. Es precisamente la buena labor realizada con los diferentes escenarios y localizaciones, creado por los chicos de From Software.
Puede que no tenga la calidad gráfica suficiente, pero lo que sí es seguro es que  la naturalidad con la que aparecen ante nosotros sus construcciones, ruinas, túneles y todo tipo de lugares con un especial encanto es adictiva.
Dark Souls II es en sí mismo todo un género, sabemos perfectamente que es rol, un rol  frio, crudo, sin ningún guiño a la épica.

Aspecto técnico y gráfico resultón

Lo primero que dejará bastante planchados a los amantes del PC y de las texturas y filtros ,es que Dark Souls II es básicamente un port de la versión para consolas.Sin duda esta afirmación nos deja muy poco margen para el resto del análisis.
Gráficamente , la calidad de las texturas y detalle de los personajes deja bastante que desear, partiendo de la pantalla de creación de nuestro personaje,por lo simple de su apariencia, las texturas como la vegetación, paredes, madera o cualquiera otra son bastante cutres.
Pero por otro lado, hay que decir que se mueve con total y absoluta fluidez, si no fuera así con semejantes calidades de textura puede llegar a marearnos si no tenemos cogido el tranquillo a la sensibilidad del ratón, que por otro lado, se puede modificar.
Además de esta fluidez, lo mejor son sus acertados efectos de luz, especialmente notables cuando al comienzo del juego dejamos atrás las oscuras cuevas de Majula, que nos reciben con un precioso atardecer que empapa todo de un color anaranjado, y que a su vez proyecta nuestra sombra, incluso dentro de las cuevas donde se cuelan los rayos del sol.
Al igual que los efectos de luz que generan las imprescindibles antorchas, que en muchos lugares cambiarán totalmente nuestra forma de ver el interior de pasajes subterráneos, cuevas o viejas celdas y fosas.


Interfaz sin alma

Sin duda el peor aspecto de Dark Souls II es la nula adaptación de su interfaz a la de un PC. No es de recibo a estas alturas que un juego supuestamente desarrollado para PC tenga este tipo de interfaces que bien podrían ser de un juego de los años 90. 
Lo peor de todo es que tan siquiera se han molestado en modificar los controles y botones de consola en todos los menús de pantalla. De hecho, en todos los menús aparecen como botones de ayuda, para indicarnos las diferentes funciones del menú, los de Xbox 360.
Lo peor no es esto, es que además, los botones que aparecen en pantalla, por supuesto no tienen nada que ver con los controles de nuestro teclado, por lo que lo mejor es ignorarlos y pensar que simplemente es una broma de mal gusto.
Parece que la única concesión de la interfaz para hacernos pensar que estamos en un PC es el icono de los controles, y por supuesto de los detalles gráficos, por lo demás podría pasar por el menú de un juego de PS2, por la poca definición gráfica de sus diferentes apartados y por lo espartano de estos.
Sin duda es en este aspecto es donde más aguas hace el port que han realizado los chicos de FromSoftware, deprisa y corriendo para sacar la versión de PC cuanto antes. Sin duda alguna un juego como Dark Souls II no se merece este tipo de detalles.
En lo que se refiere a la jugabilidad, el talón de Aquiles de Dark Souls II en su versión para PC es sin duda el combate, que se hace bastante difícil de controlar con las teclas y el ratón. Porque además de por sí ser un método de control algo peculiar, cuando atacamos a nuestros enemigos, debemos hacerlo de frente.
Si no conseguimos dominar el movimiento de cámara con el ratón, no será muy difícil acabar con enemigos múltiples y nuestro héroe comenzará a dar espadazos  como un pollo mareado.

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